Una vez que hemos realizado la instalación y hemos personalizado Postfix según nuestros gustos y necesidades, es hora de poner en funcionamiento al monstruo.
Al igual que otros servicios en un sistema tipo UNIX, como el servicio web o el de ftp, Postfix puede ser detenido, iniciado y reiniciado de una forma muy sencilla. Así se pueden llevar a cabo las operaciones básicas[1]:
![]() | Recuerda que es imprescindible ejecutar postfix reload después de modificar los ficheros de configuración para que los cambios surtan efecto. |
[1] Es condición imprescindible poseer privilegios de administrador para realizar estas operaciones.